Un café puro desde la tierra
- Paisa lanes
- 24 nov 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 17 dic 2020
Helena y Ana Mejía, dos hermanas unidas por la sangre y el amor por los buenos momentos.
El lunes llegó Carlos hasta la puerta de la casa de Paisalanes, y no lo hizo con las manos vacías. Traía consigo una bolsa con el legado que está ayudando a construir a su madre, un legado para él, sus hermanos, hijos y sobrinos.
Carlos nos trajo un paquete de Café Sagrado, y desde la calidéz de su presencia, la entrevista con Helena (su madre y precursora), y el aroma inconfundible del café, supimos que una vez más estaríamos en casa.

La historia que traemos hoy es una historia #antiexcusas. Helena es una mujer de 58 años, que desde hace 21 años llegó aquí (Barcelona) desde Barichara, Santander (Colombia), junto con su esposo e hijos en busca de un mejor presente y futuro para todos, y que ahora lidera en cooperación con su familia, un proyecto sólido y fértil como la tierra de donde vienen ellos, y el café. Ana es una dulce matriarca con una visión de la vida basada en la #transparencia y la #solidaridad.
Desde que llegaron, continuaron trabajando tanto o más arduamente como en Colombia. Y, durante todos estos años lo han seguido haciendo cómo lo sabemos hacer los colombianos, sobre todo porque, como ella misma lo dice:
“nosotros no nos asustamos por los límites ni los obstáculos”.
Cada vez que un familiar venía a visitarles desde Colombia, lo único que Helena pedía desde siempre y sin excepción, era su cafecito… Pero no hablaba de cualquier café. Ella siempre pedía el café de su hermana, el café de la tía (como le dicen sus hijos), café que llevan cultivando por más de dos décadas.
Helena y su familia, a pesar de estar lejos físicamente de Colombia, nunca se desconectaron de sus raíces, de su tierra. Por eso, en Barichara, Santander, en la finca “La Laguna” de su hermana Ana, con el trabajo de ella y su sobrino, ahora se cultiva ese café que es tan especial. Porque desde la preparación de la tierra, hasta que llega a cada taza de cada persona, hay un proceso de cuidado e ilusión, y un homenaje en vida a las mujeres de la familia.

Helena tuvo siete hermanos, cuidados con un tesón y una tenacidad que por supuesto ha heredado de su madre, y Ana, esa hermana mayor que ella y todos sus hijos aprecian, admiran y respetan.

Ana. Quien cuida la tierra y se encarga del proceso de cultivo y recolección.
Hace dos años, y en contra de cualquier límite mental o social que pudiésemos considerar, Helena (impulsada y apoyada por su esposo, sus hijos, sobrino y hermana) decide ser emprendedora. Y lo hizo a lo grande.
En tan solo dos años, (uno de ellos enfocado a todos los temas legales, y medio año de este confinados y con todas las restricciones que conocemos bien), Helena y su familia han logrado llevar su legado por medio de Café Sagrado a Finlandia, Suiza, Italia y por supuesto España.
Comenzó como se suele comenzar. Tocando puertas aquí y allá. Recibió algunas negativas, y con ellas, Helena se llenó de más razones para continuar.
En 2019 se dedicó a realizar cada trámite necesario para traer su cafecito como ella cariñosamente lo llama, el de su hermana, el de su tierra, a España. Y aunque el factor distancia aparentemente puede dificultar las cosas, esto no hizo que Helena desistiera de ese sueño de ser independiente, pues su motivación siempre ha sido el anhelo de cumplir sus sueños y gracias a una comunicación constante y transparente, logró traer a la luz a Café Sagrado.
Helena es una mujer serena, bien enraizada. Hablar con ella es como hablar con todas nuestras madres y abuelas. Amorosa, cálida y fuerte (como el buen café). Es una empresaria nata, de esas que simplemente saben gestionar y desde el amor dirigen y crean empresas tan grandes y bonitas como su familia y por supuesto Café Sagrado.

Al probarlo supimos por qué es un Café Sagrado. Porque es un café que vincula. Tomarlo es formar parte de su familia. El aroma que recorre la casa al prepararlo, transporta a la finquita de los abuelos, de los tíos, a la cocina de mamá haciéndole el café a papá, para irse a trabar a las 6 am, a la tertulia de la tarde alrededor del café, al esos momentos que hacen que la vida sea vida.
Con Café Sagrado, Helena y su familia han logrado hacer un reconocimiento en vida a la fortaleza fértil, creadora, vital de las mujeres, de su familia, de Colombia y del mundo. Por esa capacidad de hacer vínculos inquebrantables, de cuidar, cultivar, cargar, acoger, abrazar y crear vida.
Se siente un sabor especial cuando sabes de dónde viene lo que te tomas, cuando sabes quién lo cultiva, lo empaca, lo transporta y lo entrega. Este café sabe aún mejor cuando tienes el honor de conocer las razones que lo hacen crecer.
Como buena matrona, Helena cuida con especial esmero cada detalle, y está dispuesta y encantada a conocer cada reacción de cada cliente nuevo para seguir mejorando la experiencia de tomar café.
Una experiencia que va mucho más allá de beberlo de prisa en las mañanas para tener energía en el día.
Tomar café es sentarte a hablar y escuchar a un amigo, contarse lo bueno y lo no tan bueno, pasar los tragos dulces y amargos con el calor del café al gusto de cada uno… Tomar café, y Café Sagrado, es la excusa para estar cerquita, comenzar el día, acompañar la tarde, y bendecir la noche.
Si vas a tomar Café Sagrado, sabes que es para compartir-te, para sentirte en familia, para crearla, acercarte o recordarla. Consumir café, café Colombiano artesanal, es alimentar la conexión que tenemos como hermanos, es alimentar y fortalecer esos sentimientos de amor, de calma, de esperanza. Por eso es Café Sagrado.
Este café ha sido probado y aprobado por los que vamos a pie, y por Cheffs con estrellas Michelín como @jordiherreramartinez, quien al probarlo lo incluyó en uno de sus postres. Para Helena y todo el equipo de Café Sagrado (esposo, hermana y hermanos, hijos y sobre todo nietos), cada nuevo catador de café, cliente y consumidor tienen el mismo valor, y celebran con la misma euforia cada vez que un cliente repite, porque REPITEN.
Café sagrado sabe, ama y respeta el planeta, su empaque es 75% compostable y desde ya están trabajando para conseguir el 100%. Es un producto que no está buscando competir, sino #compartir, porque es un café muy especial, hecho con cariño, las manos, el corazón y la ilusión de llegar a cada mesa.

Este proyecto nos llegó al alma, nos llenó de recuerdos. Hablar con Helena nos recordó que ningún sueño es absurdo o pequeño. Que cada momento es un buen momento para decidir comenzar. Ella nos regaló un poquito de su sabiduría y lo que la materialización de su sueño le ha entregado… La satisfacción de ver que sí ha sido y será capaz, que los sueños no tienen edad, que conectarse con ese anhelo del alma se puede convertir en la razón para levantarse y moverse cada día, para seguir soñando.
Café Sagrado le ha enseñado a no mirar para atrás, no conectarse con lamentos o arrepentimientos, sino todo lo contrario, mirarse con orgullo, al ser ejemplo para sus nietos de determinación, resolución y acción.
Helena habla por Colombia y para el mundo, con especial hincapié en las mujeres. Quiere que sepan que con persistencia, siempre se encuentra una o varias soluciones para todo. Que debemos perseguir, construir y vivir los sueños todos los días, con paciencia y tenacidad.
Habla de este país, España y de Cataluña, como ese segundo hogar donde pudo dar bases sólidas para criar y fortalecer a su familia, ella ahora cosecha los frutos de amor sembrados en Colombia, y por eso ahora le agradece con su esencia más pura, su Café Sagrado, que en sus propias palabras se resume en Añoranza, Amor y la Ilusión de ser cultivado para volar hasta acá y a muchos otros rincones del mundo, con la ayuda de Dios.
Ella todo el tiempo habló de la suerte de haberse encontrado desde siempre con personas muy buenas que le han ayudado mucho. Nosotros tenemos la certeza de que es tan sencillo como el hecho de que personas de buenas intenciones, atraen a personas con buenas intenciones.
Gracias Helena por soñar, por persistir y por enseñarnos que los sueños compartidos saben mejor. Tu sueño Café Sagrado nos conecta con lo más preciado que todos tenemos, los recuerdos, la familia y aquellos momentos que sumados unos con otros conforman este viaje llamado vida. Tenemos pendiente el cafecito en el salón de tu casa cuando nos dejen juntar de nuevo.
Puntazo a favor!!! El profesionalismo y la calidad de sus procesos, su imagen y el fabuloso trabajo en equipo que realiza toda su familia. La familia Café Sagrado. Ole!!!!
¿Cómo encontrarlos?
Su área de cobertura es de toda España (con sus respectivos cargos de envío)
Sus presentaciones: 250 y 500gr de puro sabor a familia.
Advertencia: el consumo de café sagrado tiene un altísimo riesgo de convertir a sus consumidores en amantes de los buenos momentos. Se recomienda su consumo constante y en familia o con sus seres queridos.
¿Quieres contar tu historia o conoces a algún emprendedor que quiera compartir su sueño con nosotros?, encontrarnos es muy fácil:
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