La Herencia de Mi tierra, comida de tradición como caída del cielo
- Paisa lanes
- 16 dic 2020
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 17 dic 2020
Una familia emprendedora con el corazón abierto para compartir, amar y conectarnos con nuestras raíces.
Cuenta la leyenda que el Cortado nació por allá en un pueblo, cuando a una abuelita se le cortó la leche (Sí… En Colombia la comida se corta, no se avinagra o se echa a perder)... Aquella abuelita, ingeniosa y recursiva, para no desperdiciar ese precioso alimento, decidió hervirla y ponerle panela (producto clave en nuestra gastronomía y canasta familiar, proveniente de la caña de azúcar). La abuela, pacientemente dejó que el experimento se secara con el fuego, y al probarlo, se dió cuenta que estaba más que bueno.
Y así fue como se dio inicio a esta entrevista, con el cuento de cómo se originó el Cortado, uno de los placeres culposos que nos enviaron Ana y su familia (Jhon Jairo, Dulce María y Elina María), la semana anterior.

Y con la narración de esta historia para comenzar, nos dijimos: “Si una historia de emprendimiento comienza con la narración de otra historia, que a su vez se remonta a los años donde no se contaba el tiempo, es porque va a estar igual o más buena que las cosas que preparan.”
Y efectivamente, no nos equivocamos. Entonces les respondimos contándoles nuestra experiencia con sus delicias...
Leidy y yo no tenemos recuerdo de la última vez que comimos cortado, (que en Medellín conocemos como Miguelito o Miguelucho, pero sin queso). Lo que sí parece un recuerdo lejanísimo, es del que nos comimos hace unos pocos días, gracias a la familia de @laherenciademitierra porque más se tardaron ellos en prepararlo, que nosotros en devorarlo. Creo que estamos ostentando el récord mundial en velocidad de consumo de cortado.
Fue increíble lo rápido que nos comimos esa cantidad de dulce. Parece que se hubiese evaporado. Estaba taaan delicioso, cremosito y con trocitos de queso, que nos hizo olvidar para qué son las cucharas. Nos íbamos turnando calladitos, para ir a abrir la nevera y pellizcar ese dulce. Tanto que ni se nos cruzó por la mente hacerle foto al producto antes de destaparlo.
A continuación la prueba del delito. (Imagínate aquí el cortado más delicioso)

Las paisas de la casa para variar, nos fuimos cuál par de hienas ‘A por el cortado’. Y Rafa, curioso pero confiado, no titubeó en probarlo... Y ahí quedó, enganchado “Madre mía qué es esto tan delicioso” expresaba mientras relamía la cuchara.
Así comenzamos la entrevista con las almas detrás del cortado, la morcilla, los tamales, y demás especialidades tras el menú de la Productora de alimentos y Catering la Herencia de mi Tierra D.M
Aclaración: Nuestra cortadodependencia no interfirió para que disfrutarámos de los demás productos que compartieron con nosotros. La morcilla (como la de casa), D E L I C I O S A, no se escapó de las combinaciones creativas y espontáneas del catalán de la casa. El manjar blanco sabe a Navidad con los abuelos, perfecto para combinar con obleas, galletas, queso, leche y cualquier otro acompañante que se te pueda ocurrir.
Este es el 'Montadito' de arepa de chócolo y morcilla, que se preparó Rafael (el catador catalán sin límites ni fronteras)
De las almas de esta empresa qué tenemos para decir...
Ana es la matrona y motor de este hogar y empresa, lleva la definición de Familia a su máxima expresión.
Está aquí desde hace diez años, luego de casarse con su pareja, Jhon Jairo, quien ya vivía aquí antes que ella.
Es una comunicadora apasionada por los medios, profesión que ejerció formalmente en Cali, Colombia hasta antes de vivir aquí.
Al trasladarse a este nuevo lugar, comenzó comunicando al mundo que ha venido a No rendirse. Ejercer su profesión aquí desde el comienzo no fue posible, pero cuando la profesión es también una pasión, ésta siempre encuentra espacio para hacernos mover y Ser a través de ella. Es por esto que Ana además de la Sazón, es la Palabra y la Imagen detrás de La Herencia de mi Tierra.
Ana guardó sus diplomas y comenzó a trabajar de auxiliar en un restaurante, con jornadas y labores extenuantes. Tal como ella lo menciona, pasó de ser la niña mimada en casa, a ser quien repetía en las jornadas más exigentes el sagrado mantra “Esto es por mi papá, esto es por mi mamá, yo puedo”. Mantra que a muchos de nosotros nos anima en tiempos de retos y nos motiva a continuar hacia adelante.
Ana es inquieta por naturaleza, y gracias a esa curiosidad, en sus tiempos de auxiliar de cocina y cada instante que tenía la oportunidad, se colaba para ver cómo el Chef preparaba sus recetas. Sin el más mínimo asomo de timidez, ella le preguntaba: “¿Qué es esto, y aquello, por qué así, para qué esto allá?”… Luego, se iba a casa a preparar la receta (sin haber tomado un sólo apunte), y a explorar con diferentes ingredientes para ‘mejorarla’ o simplemente probar.
Pasados algunos meses, este restaurante tuvo que cerrar. Entonces comenzó junto con su pareja a vender a una discoteca de la ciudad, alimentos colombianos de la línea amarilla (es decir, Papa Rellena y Empanada). Inicialmente les pidieron 30 unidades para testear el público. Pero al fin de semana siguiente fueron 100, luego 200 y hasta 300 cada día o fin de semana.
Entre risas nos cuentan cómo un día salieron con sus cajas llenas de los productos hacia la discoteca (que estaba cerca de su casa), y comenzó a llover tan fuerte que terminaron poniendo las cajas sobre sus cabezas, como acto reflejo.
El agua con olor a empanada corriendo por sus caras, les hizo dar cuenta de que era el momento de dar un nuevo salto de fe... Sin tener el dinero suficiente, pero sí mucha creatividad, recursividad y un grupo familiar que les apoyaba, decidieron conseguir su primer coche (carro).
Ana sólo se ríe y asegura que ella no es de límites ni peros. “Él conmigo se mete en una vacas locas, porque yo no pienso mucho las cosas”.
Traducción: Su esposo con ella se ve envuelto en muchas aventuras impensadas, porque ella no es una persona que sufra de parálisis por análisis. :D
A raíz de la crisis en el país de hace unos años, regresaron a Colombia, con la ilusión de seguir creciendo allí. Sin embargo, las cosas no salieron como lo habían planeado, y decidieron nuevamente escuchar y confiar en su voz interior, en Dios.
Hace cuatro años regresaron con la mentalidad de volver a comenzar de cero, pero en realidad estaban comenzando desde la experiencia, la sabiduría, la pasión por lo que hacen, la unión familiar y la solidaridad.
Sin ellos planearlo o promocionarse, las mismas personas al enterarse que estaban de vuelta, les comenzaron a pedir y encargar comida, porque añoraban un poco de Colombia en sus mesas.
Ana, como ya sabrán, no lo pensó mucho y dijo “Bueno, si eso es lo que me están pidiendo, hagámole”
Esta familia emprendedora ha creado su propia receta para el éxito, han entendido que el talento mezclado con pasión, unión y mucho amor, atrae por sí solo, pues en La Herencia de mi Tierra todos tienen un rol importante.
Esto es lo que reconoce Jhon Jairo (esposo, soporte, logístico y socio capitalista).
Él ahora ve a La Herencia de Mi tierra como la empresa familiar que Ana ya llevaba en su ADN.
Una empresa que por medio de su comida comunica los olores, texturas y sabores de la tierra Colombiana, comunica a los que comen aquí sus alimentos que no están solos, que la familia, la cultura, la herencia se llevan en la sangre, en los recuerdos y los sueños.
Ellos se emocionan hasta las lágrimas cuando alguien les dice que al probar su comida le transportó a su país. Porque su misión es esa: Permitir que al masticar, la persona cierre los ojos y saboree a Colombia, se sienta allá, reconozca que no está sola, que esa comida es como comer con su gente.
¿Por qué La Herencia De Mi Tierra?
El nombre de este emprendimiento no es gratuito. Ana, pertenece a una familia que se ha dedicado a la cocina por generaciones, y tienen secretos de la abuela que cuidan como el tesoro que es, pero que comparten en cada preparación.
Dentro del nombre también están sus integrantes. Dulce María (La D, de De, la M, de Mi) está camuflada en el nombre porque como hija mayor, se ha encargado de llevar el rol de la catadora oficial, de la nueva generación que respira emprendimiento, valentía y unión.
No ha sido de miedos, tienen la certeza de estar siempre guiados y acompañados por Dios. Por eso para Ana, cada vez que viene otro reto, asegura que “Lo peor que puede pasar es perder”.
¿Qué han Aprendido emprendiendo?
La Herencia de Mi Tierra les ha enseñado a “No desmayar, a insistir, resistir y no desistir. Seguir, seguir, seguir, seguir, y caer parados”, que la unión hace la fuerza y que hay que llenar de amor todo lo que se hace.
Su consejo para todos los que estén comenzando o pensado en comenzar con sus ideas, sus proyectos, sus sueños es "Que lo hagan, con o sin temor… Cuando las cosas son de Dios, te dan paz en el corazón”
Son una familia, una empresa de dar y dar.
Dan sus conocimientos con amor, porque están seguros de que hay clientes para todos, que las cosas hay que hacerlas, sin limitarnos internamente.
Estar en contacto con ellos, hablar con ellos, verles ser y trabajar, escuchar con la humildad, y a la vez seguridad con la que hablan y enseñan la calidad de sus productos y su esencia, nos hizo entender que cuando explotamos nuestros talentos no hay espacio a la modestia. Debemos hablar con seguridad y confianza de lo que amamos y sabemos hacer.
Encontrarnos con La Herencia de Mi Tierra, nos ratificó que todos tenemos una misión, y que cuando escuchamos con atención y hacemos lo que nos corresponde en cada momento, unidos con amor, solo hay espacio al crecimiento y a la transformación.
Los productos de la Herencia de mi Tierra cuentan con la bendición de Dios (incluida en la etiqueta/pegatina para que no haya espacio a la duda). En el empaque del producto te regalan un versículo de la biblia con el fin de compartir lo que para ellos significa bendecir la vida y los momentos que compartas con sus preparaciones.
"Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo. y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado."
Deuteronomio 28:12
Gracias Ana, gracias Jhon Jairo, gracias a sus pequeñas por recordarnos el poder que tiene el amor, la unión y la importancia de la familia.
Ustedes son ejemplo de calor de hogar.

Son realmente unos profesionales en la producción de alimentos tradicionales colombianos, no solo para el consumo al detal sino también para la atención de eventos especiales o celebraciones.
La relación calidad + cantidad + precio está muy bien lograda.
Algunas de sus especialidades:
Pollo relleno tradicional
Pernil de cerdo
Pavo relleno
Pollo relleno de frutos rojos
Muchacho relleno
Tamales vallunos
Cuentan con una cadena de producción limpia, con proveedores que dan respaldo a sus productos y con un altísimo cuidado en los detalles.
Cobertura en Barcelona y su área metropolitana.
¿Cómo disfrutar de tan deliciosas creaciones?
Instagram: @laherenciademitierra
Facebook: Productora de alimentos y catering La Herencia de mi Tierra D.M
Teléfono: +34 698 35 02 13
¿Quieres contar tu historia o conoces a algún emprendedor que quiera compartir su sueño con nosotros?, encontrarnos es muy fácil:
Instagram: @paisalanes
Facebook: Paisalanes
Nuestra web: Paisalanes
Whatsapp: +34 688 31 36 20
Email: paisalanes@gmail.com
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